Nací en la calle, mama siempre había vivido allí. No era un buen sitio para los gatitos pero ella no conocía otro lugar, cuidaba de nosotros e intentaba que siempre pudieramos comer y estar protegidos, pero estaba muy delgadita y enfermó. Un día nos despertamos y ella no se movía, intentamos buscar nosotros comida pero no había nada que comer. Cuando nos encontraron estabamos muy flaquitos. Ahora estamos en LARA y tenemos comida todos los días, y además nos han dicho que están buscando familias para nosotros, que nos van a querer y proteger siempre y seremos muy felices.

Tienes una familia para mi?

adopciones@asociacionlara.org

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