Oliver fue abandonado por su dueño, cuando lo encontramos tenía una herida muy grande en la pata, la llevaba colgando. Después de operarlo y hacer rehabilitación conseguimos que no la perdiera, pero apenas la mueve. Oliver es un gato guapo, bueno y cariñoso que ha sufrido mucho y merece un hogar. Hace una vida normal a pesar de que su patita se ha quedado encogida. Se lleva bien con otros gatos. Conoce a Oliver