Me llamo RUBIO y he llegado de un pueblo de Segovia, vivía junto a más compañeros peludos cerca de un bar donde nos daban de comer y nos dejaban dormir en su interior, pero cambió de dueños y echaron a los gatos a la calle, durante semanas esperabamos en la puerta del bar para poder entrar y que nos dieran de comer, pero solo encontramos patadas y golpes, por lo que nos hicimos miedosillos a las personas.

Una señora del pueblo empezó a alimentarnos al darse cuenta de nuestra situación y vio que yo tenía una herida en la pata y podía tenerla fracturada, además cada vez estaba más decaído, por lo que me cogió y me llevó al veterinario, no tenía la pata fracturada pero sí infección y un fuerte resfriado.

Llamó a LARA porque no tenía donde dejarme al no poder ella meter más gatos en casa. Me tuvieron que operar tambien de la boca, tenía piezas rotas y en mal estado.

Ahora soy un gatito sano y amoroso. ¿Me ayudas a encontrar un hogar?

Contacto: adopciones@asociacionlara.org