Me echaron de casa, me abandonaron en un lugar que no conocía, sin refugio ni comida. Tuve a mis bebes en la calle, pero empezaron a hacer obras y nuestra vida corrían mucho peligro. Intenté varias veces cambiarlos de sitio, pero acababan de nacer y yo estaba muy débil. Un día me asuste mucho, caí sin querer en una jaula y pensé que era el fin para nosotros. Pero no fue así, la Asociación Lara me había visto y vinieron a rescatarnos. Cuando llegué estaba muy asustada y me daban mucho miedo los humanos, pero en unos meses volví a recuperar la confianza y ser la gata dulce y cariñosa de antes. Ahora he recuperado peso, y paso el día pidiendo mimos.

Encontraron hogar para mis peques. Y para mi? Tienes una casita donde pueda ser féliz? 

Contacto: adopciones@asociacionlara.org

691598283