Me encontraron siendo muy pequeñito cruzando las calles, no tenía rumbo fijo, estaba solito y muy asustado. Me habían abandonado a mi suerte y no sabía donde ir. 

Cuando me rescataron me dió mucho miedo, no sabía que me iban a hacer, pero al poco rato me di cuenta que la chica que me había cogido era muy buena. Me regaño un poco, ja,ja dijo que había sido muy peligroso correr entre los coches, y por eso me llamo Caleb, que significa intrepido. Pero me la gane enseguida con mis ronroneos.

Ahora busco una casita, donde me quieran para siempre y no me vuelvan a dejar en la calle. Soy muy bueno, y te voy a querer para siempre, yo no me voy a cansar de hacerte mimos.

¿Me llevas contigo?

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