LLegué muy malita de Córdoba, vivía en una colonia controlada, por eso tengo la orejita cortada. Pero allí no me trataron bien, me intentaron esterilizar pero me dejaron los ovarios y un trozo de útero. En Lara me tuvieron que volver a operar porque no me encontraba bien.

Ahora soy una gatita cariñosa y feliz, pero me quedan algunas secuelas de mi vida anterior, tengo la cola cortada y soy incontinente.

Pero yo también merezco que me quieran y me cuiden.

¿Puedes ayudarme?

Contacto: adopciones@asociacionlara.org

691598283