Mis humanos se fueron de la casa, llegó la policia y se llevaron a mis hermanos perrunos, pero yo tenía mucho miedo, me escondí y no me vieron...y me dejaron encerrada dentro, no podía salir y pedía auxilio por una ventana, no tenía agua ni comida y empecé a estar muy débil. Pero un ángel de la guarda me vió e hizo todo lo posible por rescatarme, después me envió a Madrid para que LARA me diese un techo mientras encuentran un hogar para mi.

Llegué con mucho miedo, pero se me está pasando y ya no me asusto de los humanos, aunque todavía no me dejo tocar mucho, me falta lograr la confianza que tenía, en una casita sería más fácil y rápido. Necesito una oportunidad para poder demostrar el amor que hay en mi, una familia que entienda por lo que he pasado y me de todo el amor y tiempo que necesito.